Un día me dijo:
-
En el mundo han escrito un artículo en el mundo
sobre ti ¡!
- ¿Sobre mí?
- Si, cuando estés tranquila en casa léelo y verás
cómo sí.
Después de comer, que solemos estar tranquilos, decidí
leerlo. La verdad que me esperaba cualquier chorrada, porque a mi marido cuando
le da por hacerse el gracioso no hay quien le pare.
Según lo estaba leyendo me sentía completamente
identificada, porque:
- ¿Dónde quedaron esas duchas y baños dejando la
mascarilla del pelo más de cinco minutos?
-
¿Y esas cenas que nos hacíamos mi marido y yo
con dos platos y vinito?
- ¿Y las cremas que me echaba antes de acostarme?
- Antes de salir de casa, me ponía mi música
preferida para elegir qué me ponía, y me pintaba en el baño tranquilamente.
Ahora no, invierto el tiempo en poner a las niñas como un pincel y yo, que
siempre me pilla el toro, cojo lo primero que pillo del armario y, casi sin
mirarme al espejo, estando pendiente de que no me la líen, me doy una crema de
esas que llevan color y punto.
Hay veces que cuando cojo el ascensor y me miro al espejo me digo a mí
misma; Hija, demasiado bien que vas para
lo que te miras ¡!
- ¿Y coger el coche y ponerte la música a todo gas
cantando como una loca? Ahora, lo primero que hago antes de montarme, es poner
el DVD para ver si consigo que vayan tranquilas el mayor tiempo posible.
-
¿Y dónde quedaron los San Viernes? Esos días que
me levantaba con una ilusión tremenda deseando que llegara la noche. Ahora me gustan porque las niñas están
cansadas, se suelen dormir pronto y nos dejan tranquilos un poquito de más
tiempo.
No tengo ni que decir que a mis hijas las quiero con toda mi
alma, pero también pienso algunas veces que hay que quererlas mucho.
Os invito a que leáis el siguiente artículo porque seguro
que vosotras también os sentís una MUJER 10:
Raquel
Seguir a @mamisparatodo
No hay comentarios:
Publicar un comentario